Queridos amigos y enemigos de Stilum Curiae, Prof. Bernardino Montejano, a quien agradecemos de corazón, les ofrece este comentario sobre el discurso que el vicepresidente norteamericano, JD Vance, pronunció hace unos días en Munich. Feliz lectura y compartir.
UN GRAN DISCURSO POLÍTICO
Gracias a Il Manifesto, ahora podemos leer íntegramente el discurso del vicepresidente de Estados Unidos JD Vance, que “sacudió a Europa con un discurso fuerte”, hablando con claridad, en la Conferencia de Seguridad de Munich, organizada por la Unión Europea.
El discurso rompe con los tonos tranquilos del lenguaje diplomático y lanza acusaciones contra toda la oligarquía occidental, incluida la de su propio país.
Dice que “una de las cosas de las que quería hablar hoy son nuestros valores comunes”, que en realidad y estrictamente hablando son bienes comunes.
Hoy Europa, sustituto secular del cristianismo, ha dilapidado estos bienes comunes, renunciando a sus raíces cristianas y a muchos siglos de su historia; renunció a su tradición, destruyó su herencia desde dentro.
Toda cultura puede verse amenazada desde fuera por nuevos bárbaros que cruzan sus fronteras, pero también puede ser demolida desde dentro por enemigos insidiosos, y Vance advierte de ello cuando dice: “Lo que me preocupa es la amenaza desde dentro, el retroceso de Europa respecto de sus valores fundamentales”.
Refiriéndose a la Guerra Fría, alude al “bando que censuró a los disidentes, que cerró iglesias, que anuló elecciones” y pregunta: ¿eran ellos los buenos? Negaron los beneficios de la libertad, porque “no se puede obligar a la gente a pensar, sentir o creer”.
En Bélgica, la policía ha arrestado a ciudadanos sospechosos de publicar comentarios antifeministas en línea, como parte de una lucha contra la misoginia en línea.
En Inglaterra se ha producido una reducción de los derechos de conciencia y se han establecido zonas de seguridad alrededor de las clínicas de aborto; y el fisioterapeuta Smith fue multado por rezar en silencio durante tres minutos a 50 metros de una clínica de abortos; y en Escocia, incluso rezar en casa puede infringir la ley.
En Estados Unidos, bajo el gobierno de Biden, “la censura es ‘desinformación’”, y un ejemplo fue afirmar que el coronavirus “se había escapado de un laboratorio en China”.
En Rumania, “los resultados de las elecciones presidenciales fueron anulados basándose en vagas sospechas de una agencia de inteligencia y en una enorme presión de los países vecinos”.
“Los viejos intereses se esconden detrás de horribles palabras de la era soviética como ‘desinformación’ o ‘información errónea’, porque no les gusta la idea de que alguien pueda expresar una opinión diferente o votar de manera diferente o, peor aún, ganar una elección”.
Según Vance, “el desafío más acuciante es la inmigración masiva”, pero esta situación “es el resultado de decisiones políticas conscientes tomadas a lo largo de una década”, de las que hay responsables.
Añade que “cada vez más, en toda Europa, la gente vota por líderes políticos que prometen poner fin a la inmigración descontrolada. “Comparto muchas de tus preocupaciones”.
“Contrariamente a la creencia popular en Davos, los ciudadanos de nuestros países no creen que sean mascotas o engranajes intercambiables en una economía global”.
Mientras escribíamos estas líneas, recibimos un correo electrónico de nuestro amigo Don Samuele Cecotti, a quien estamos muy agradecidos, con un artículo del periódico italiano “il Gornale”, titulado: “Crítica al liberalismo y a los ‘herejes’. “El Panteón Documentado de Vance”.
Se destaca que el discurso sacudió la atmósfera “con sus palabras sobre la censura, la libertad de expresión y la inmigración”.
Se trata de “un discurso inédito, comparable a la visión tradicional del Partido Republicano, en el que critica el modelo liberal occidental, la globalización sin límites y los excesos de la corrección política como la cultura de la cancelación y la cultura progresista”.
El discurso concluye con una cita del Papa Juan Pablo II, quien al inicio de su pontificado nos invitó a no tener miedo y a abrir nuestra sociedad a Cristo.
Vance, quien sostiene que el poder político debe usarse “para mejorar la vida de los gobernados”, también llama a los que están en el poder a no tener miedo de su pueblo, coincidiendo con muchos de nosotros que hemos sostenido durante mucho tiempo que el primer derecho del pueblo es ser bien gobernado, un derecho ignorado en tantas declaraciones verbosas, inútiles e hipócritas.
AcaPrensa / Marco Tosatti / Stilum Curiae / Bernardino Montejano
