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TODOS SON BIENVENIDOS AL INFIERNO. TODOS. EL PROBLEMÁTICO CASO DE FIDUCIA SUPPLICANS

A continuación, propongo a la atención y reflexión de los lectores de este blog el prefacio completo de Su Excelencia Monseñor Mutsaerts al libro titulado The Broken Dam, (El Dique roto) relanzado por el periodista Michael Haynes, publicado en el blog PerMariam. Visite el sitio y evalúe libremente las distintas opciones ofrecidas y sus posibles solicitudes. Aquí está el artículo en mi traducción.

El prefacio completo de Su Excelencia Monseñor Mutsaerts a El Dique roto de José Antonio Ureta y Julio Loredo

La declaración de Fiducia Supplicans (FS) ha causado revuelo en todo el mundo, sobre todo por la confusión que crea. FS prevé la posibilidad de bendecir a las parejas del mismo sexo cuando, dos años antes (Responsum 2021), el Vaticano se había expresado claramente en contra de esta posibilidad. La opinión de que FS es consistente con este Responsum y con la doctrina y tradición en la materia es insostenible. FS presenta contradicciones obvias. La Biblia y la Tradición son perfectamente consistentes cuando se trata de las implicaciones morales de la homosexualidad. FS rompe con esto al ofrecer la opción de bendecir una relación pecaminosa en el nombre de Dios. Por supuesto, el hecho de que esta bendición solo dure unos minutos y no se dé cerca de un altar no cambia esta verdad. No hay base en las Escrituras ni en la Tradición para tal bendición.

El cardenal Fernández afirmó que la doctrina del matrimonio se mantiene inalterada. Pero esa no es la cuestión. La pregunta es: ¿Puede un sacerdote dar su bendición a una unión que la Biblia considera pecaminosa? Es una pregunta retórica. Seguramente estás pidiendo la bendición de Dios para sanar el quebrantamiento en tu vida, no para perpetuar tu situación desordenada. No podemos rechazar el juicio y las exigencias morales de Dios y seguir apelando a su misericordia.

El problema radica principalmente en el hecho de que FS no aborda la dimensión moral de la relación. FS se niega a nombrar el mal. En este sentido, está en sintonía con el Zeitgeist actual: la negación del pecado, que es consecuencia del subjetivismo y relativismo dominantes hoy, y la negación de la verdad, que, por definición, se aplica a todos en todo momento.

Otro problema es que la misericordia se proclama sin arrepentimiento. Todos son bienvenidos. Todos, todos, todos,* todos, grita sin cesar el Papa Francisco. ¿Todos son bienvenidos? Ciertamente. Pero no incondicionalmente. Dios hace peticiones. Toda la Biblia podría resumirse como un llamado al arrepentimiento y una promesa de perdón. No se puede separar uno del otro. Todos son bienvenidos, pero no todos aceptan la invitación. Ciertamente conocemos la parábola del rey que invita a todos al banquete de bodas de su hijo. Llega un momento en que la puerta se cierra. En el infierno el escenario es diferente. Allí todos son bienvenidos incondicionalmente. El lema del diablo es: “Ven como eres”.** No debes cambiar. No tienes que pedir perdón. No es necesario mover un dedo para ayudar a otros en sus necesidades. Todos son bienvenidos al infierno. Todos, todos, todos.

La misericordia existe porque el pecado existe. La misericordia existe porque existe el juicio. La misericordia existe porque el infierno existe. Donde se esconde el pecado, también se esconde la esencia de la misericordia. El propósito de la misericordia no es decirles a los demás lo malos que son, sino hablarles del perdón de los pecados. Todo lo que tienes que hacer es preguntar con sinceridad. No hay limitaciones. Doy gracias a Dios todos los días por su infinita misericordia. Veo tanta ira y agresión en nuestros tiempos. La gente no sería tan agresiva y enojada si conociera el perdón de Dios. Sin embargo, pedir perdón significa reconocer el pecado. Ésta es la clave para la paz mental y de corazón. Nada funciona tan desastrosamente como negar el mal. Las cosas suelen ir de mal en peor.

Parece que FS quiere hacer las paces con la sociedad secular, pero la paz a expensas de la moralidad y la verdad es la “paz” más despiadada que se pueda imaginar. Dios ama a todos. Él ama a todos los pecadores, pero odia tus pecados. Él espera fervientemente que volváis a Él, así como Él esperó el regreso del Hijo Pródigo. Él no quiere nada más que compartir su amor.

Por estas razones, agradezco la aclaración que brinda el actual libro El Dique roto de José Antonio Ureta y Julio Loredo. Demuestra plenamente cómo Fiducia supplicans es el resultado de un proceso preparado por un grupo de presión muy bien organizado dentro de la Iglesia Católica.

AcaPrensa / Sabino Paciolla / Mons. Mutsaert

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