De visita en Santo Domingo (República Dominicana), el Arzobispo de Montevideo y Cardenal Primado de Uruguay, Daniel Sturla, impartió una conferencia a los estudiantes meritorios de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) a quienes exhortó a la esperanza.
Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo del P. Secilio Espinal, rector de la Universidad, quien destacó la importancia de la educación para la construcción de una sociedad más justa y solidaria.
“La educación es un acto de amor y esperanza, porque genera vida, implica trascendencia y rompe el escepticismo y las actitudes contrarias a la dignidad del ser humano”, consideró.
La conferencia del Cardenal Sturla llevó por título “Educar para la esperanza en la universidad católica en el año jubilar”, y se centró en la educación en un contexto histórico “bastante oscuro”.
En particular, se refirió a “las guerras y las deportaciones”, como síntomas de este tiempo, y planteó: “¿Dónde entonces se encuentran las raíces de la esperanza?”.
Al respecto, repasó la historia de supervivencia de los jóvenes uruguayos recordados en la película “La sociedad de la nieve”, que en 1972 permanecieron más de 70 días en la cordillera al estrellarse el avión en que viajaban.
El purpurado rescató la capacidad de organización de aquel grupo y aseguró que pudieron salir de esa situación “por sí mismos, viviendo las tres virtudes teologales: la fe, la esperanza y el amor, que están entrelazadas y sacan lo mejor de nosotros en momentos difíciles”.
La esperanza, aseguró el arzobispo, “no es para cuando todo va bien”, sino que se aprende en el sufrimiento. “Donde vemos guerras, donde vemos tantas realidades que nos lastiman y golpean”, indicó, la pregunta es “¿qué hago yo?, ¿cuál es mi actitud frente a una situación dramática que podemos vivir?”.
La esperanza, observó el Cardenal Sturla, no se trata de llenarse de ilusiones, sino que requiere de realismo sobre lo que se quiere.
“La oración, hecha con grandes deseos y no con ilusiones, con deseos de cosas que esperamos y que se pueden dar, nos abre a una experiencia transformadora de la vida, nos va transformando el corazón”, sostuvo.
Al referirse a la influencia que los docentes imprimieron en los buenos estudiantes, consideró que “la inteligencia es relacional y el rendimiento depende de cómo un maestro mire a su alumno. Si piensa que es un águila, lo convertirá en águila. Si piensa que es un burro, lo convertirá en un burro”.
Al finalizar la conferencia, se entregaron reconocimientos a la excelencia académica a 16 estudiantes meritorios de la universidad, en áreas como el arte y la cultura, el deporte, la pastoral universitaria, el trabajo en equipo y el liderazgo estudiantil.
AcaPrensa / Julieta Villar / AciPrensa