El G7 se reúne en la localidad italiana de Puglia del 13 al 15 de junio. El gobierno de Giorgia Meloni, que ostenta la presidencia, no ha aceptado una referencia explícita al acceso al aborto del texto de la declaración final de los líderes.
Las delegaciones francesa y canadiense han estado «presionando» para que se añada al texto una frase en la que los líderes «afirmen la importancia de preservar y garantizar el acceso efectivo al aborto seguro y legal y a la atención postaborto». El objetivo de esta redacción era «reforzar» las conclusiones adoptadas por el grupo el año pasado, que garantizaban «el pleno compromiso de los líderes para lograr una salud y unos derechos sexuales y reproductivos integrales para todos, incluso abordando la cuestión del acceso al aborto seguro y legal y a la atención postaborto»
Algunos países del G7, como Alemania y Estados Unidos, querían mantener la redacción de aquella declaración, en lugar de la redacción «ligeramente más fuerte» propuesta ayer por Francia y Canadá.
De hecho, el documento pretende subrayar el compromiso de los líderes de «seguir promoviendo la salud y los derechos sexuales y reproductivos para todos, y avanzar en la salud materna, neonatal, infantil y de los adolescentes, especialmente de aquellos en situación de vulnerabilidad».
El proyecto de texto propuesto por Italia, elimina cualquier referencia al aborto y en su lugar incluye una referencia a la defensa de la vida.
«El derecho al aborto no es negociable. Es deber del G7 mostrar el camino promoviendo estos valores, no retrocediendo», dijo un diplomático bajo condición de anonimato. Pero el gobierno italiano no ha cedido. Giorgia Meloni, que acaba de ganar las elecciones europeas en su país, ha logrado vetar la cláusula abortista en el documento final.
El G-7 reúne a los líderes de Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos.
AcaPrensa / Agencias / InfoCatólica
