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FALLECE EL P. JACOBO HUANG GUIRONG, CONFESOR DE LA IGLESIA FIEL A CRISTO EN LA PERSECUCIÓN

Debió esperar más de cuarenta años para ser ordenado sacerdote. Pasó décadas en prisión u obligado a trabajar en una fábrica, sin dejar nunca de cultivar su vocación, que luego vivió hasta el final, sirviendo a su rebaño en Yunnan. En la historia humana del padre Jacobo Huang Guirong, exadministrador apostólico de la archidiócesis de Kunming, se concentra toda la historia reciente del catolicismo en China.

El P. Huang Guiron falleció la tarde del 16 de junio a los 91 años de edad. Nació el 25 de julio de 1933 (o 1932) en el condado de Huaping, Lijiang. Era el hijo menor de una familia católica y tenía dos hermanas. De niño estudió en la escuela parroquial local y luego ingresó al seminario de Kunming. En 1949 la llegada de los comunistas obligó a cerrar el seminario, pero la semilla de la vocación que el adolescente Huang Guirong llevaba en su corazón resultaría más fuerte que cualquier prueba.

En 1953 – con el consentimiento de Mons. Luis He Dezong, administrador apostólico de la Iglesia de Kunming tras la partida obligada del arzobispo Alexandre Derouineau, misionero francés del MEP – el joven Jacobo estudió durante un tiempo Teología y Filosofía en la catedral. Pero dos años después se vio obligado a trabajar como obrero en un taller de reparación de automóviles. Sin embargo, esto no le impidió seguir participando activamente en la comunidad católica local. Precisamente por esa razón en 1966 – cuando llegó la nueva tempestad de la Revolución Cultural – fue arrestado y pasó más de diez años en prisión.

Cuando salió de la cárcel en 1978 volvió a trabajar en un taller de maquinarias agrícolas del condado de Mile. Y cuando éste también cerró en 1986 siguió viviendo en la aldea de Xiaomabu trabajando como carpintero y se dice que en aquellos años de las primeras tímidas aperturas en China predicaba el Evangelio al tiempo que realizaba su trabajo. En 1994, después de aproximadamente un año de formación con Mons. He Dezong – quien, después de haber vivido también los campos de trabajo durante la Revolución Cultural, estaba reconstruyendo pacientemente la Iglesia local – fue considerado apto para ser sacerdote. La tan esperada ordenación del P. Huang se llevó a cabo el 4 de junio de 1995 en la catedral de Zhaotong, a manos del obispo Matteo Chen Muchen, entonces de 92 años, que falleció apenas dos años después.

El administrador apostólico He Dezong lo asignó a la aldea de Lefeng, en el distrito de Qujing, como sacerdote de esta iglesia. Luego, en febrero de 2012, tras la muerte del P. Zhang Wenchang – que había tomado el relevo de Mons. He Dezong al frente de la comunidad de Kunming y de las otras dos diócesis de Yunnan – el p. Huang pasó a ser administrador apostólico. Sin embargo, la situación se volvió compleja cuando los organismos oficiales controlados por el Partido impusieron la ordenación episcopal del entonces joven sacerdote Ma Yinglin sin el mandato de la Santa Sede. Una grieta que el papa Francisco salvó recién en 2018, cuando se firmó por primera vez el acuerdo provisional entre Roma y Beijing sobre el nombramiento de obispos y Mons. Ma fue readmitido en la plena comunión eclesial, junto con otros seis prelados chinos ordenados ilícitamente como él.

En todas estas circunstancias el ex administrador apostólico se mantuvo siempre como una figura ejemplar para todos. «El padre Jacobo era un sacerdote muy respetado en la Iglesia de Yunnan – dice en la nota biográfica enviada a AsiaNews junto con la noticia de su muerte – que vivió una vida sencilla y dura, y era meticuloso, concienzudo y responsable en su labor pastoral. En la sociedad materialista actual, ser capaz de mantener tal estado de pureza y permanecer incontaminado es un milagro donado por Dios a nuestros tiempos».

AcaPrensa / Asia News / InfoCatólica

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