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EL CASO RUPNIK ESTÁ EN UNA FASE BASTANTE AVANZADA EN DOCTRINA DE LA FE

El secretario de la sección disciplinaria en la Congregación de la Doctrina de la Fe, que tiene la responsabilidad de abrir diligencias ante acusaciones de abusos contra el clero, ha asegurado que el caso contra el famoso sacerdote y artista esloveno Marko Rupnik es «delicado», pero está en «fase avanzada».

En declaraciones a la prensa en el contexto de una conferencia organizada por la Embajada de Italia ante la Santa Sede con el título ‘Abuso de menores, una lectura del contexto italiano entre 2001 – 2021’, el P. John Joseph Kennedy ha asegurado que su departamento está «trabajando» en el caso y que están «en una fase bastante avanzada».

 «Es un caso delicado, realmente, y estamos trabajando en ello; empezamos bien, y realmente estamos continuando paso a paso, teniendo todos los aspectos en mente, porque está el aspecto de las acusaciones contra él, está el aspecto de las víctimas, está el aspecto del impacto en la Iglesia, así que es delicado», ha detallado.

El caso

En 2021, un grupo de monjas de la comunidad de Loyola acusaron a Rupnik de abuso sexual y psicológico durante la década de 1990. Sin embargo, tras una investigación, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe en el Vaticano determinó que las acusaciones contra Rupnik habían prescrito. Rupnik fue expulsado de la orden jesuita en junio pasado. En octubre, el Papa pidió al Dicasterio para la Doctrina de la Fe que revisara el caso de Marko Rupnik, y decidió levantar el estatuto de limitaciones para permitir una investigación.

Dos exmonjas de la comunidad de Loyola compartieron su historia públicamente en una rueda de prensa el pasado 21 de febrero. Las otras tres presuntas víctimas de Rupnik incluyen a dos exmonjas y una que todavía es monja.

La agencia de noticias italiana Ansa informa que una de ellas relata su relación con Rupnik, la cual se intensificó con el tiempo y luego estuvo marcada por un acoso constante en el trabajo.

Otra víctima se unió a la comunidad de Loyola en Eslovenia en 1990, a la edad de 24 años. También describe un patrón de violencia gradual, manipulación, acoso psicológico y amenazas. Entre otras cosas, menciona que Rupnik le rompió un dedo para demostrar su superioridad sobre ella. Esta monja dejó la comunidad en 1998.

La tercera presunta víctima, según la agencia, conoció a Rupnik en 1980. En su denuncia, también detalla presuntos actos de violencia sexual y las constantes solicitudes de tríos por parte de Rupnik, las cuales ella siempre rechazó.

AcaPrensa / EP / InfoCatólica

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