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“EL PAPA FRANCISCO NO QUERÍA COMER”: LA ÚLTIMA INDISCRECIÓN DOLOROSA, LO QUE HA CAMBIADO

AcaPrensa / Libero Quotidiano

Después de dos graves crisis respiratorias el lunes, el Papa Francisco «durmió toda la noche, ahora sigue descansando». Así lo informa la oficina de prensa del Vaticano, sin disipar sin embargo los temores sobre la salud del Pontífice, hospitalizado desde el 14 de febrero en el Policlínico Gemelli de Roma por una neumonía bilateral. Tras un periodo de leve pero constante mejoría, el pasado viernes se produjo el primer empeoramiento brusco con una crisis de broncoespasmo y vómitos que requirió ventilación mecánica.

Tras 48 horas de “tregua”, el lunes se produjo otro agravamiento con dos episodios que han vuelto a alarmar a todo el mundo. Esta tarde, en la Plaza de San Pedro, el cardenal Arthur Roche, Prefecto del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, presidirá el rosario por la salud del Santo Padre, a partir de las 21.00.

La situación, como se ha mencionado, vuelve a ser crítica: las dos crisis respiratorias requirieron doble broncoaspiración y el uso de ventilación mecánica con mascarilla. «El Papa ha vivido horas difíciles esta tarde», filtró este lunes la Santa Sede. No es sorprendente que la frase «situación estable» haya desaparecido del boletín vespertino, señal de que ahora los médicos están preparados para todo.

La «necesidad de aspiración de secreciones abundantes» no es un detalle que se pueda subestimar, a la luz tanto del estado clínico del ilustre paciente como de la avanzada edad de Bergoglio, 88 años. Sin embargo, Oltretevere precisa que «no se trata de una infección en crecimiento sino de los efectos de la infección en curso». En cuanto a los riesgos para el Papa, sin embargo, poco cambia, aunque el hospital Gemelli subraya que el Santo Padre ha permanecido una vez más «siempre vigilante, orientado y colaborador». Otro detalle “desapareció” de la actualización: no hay ninguna referencia al estado de ánimo del Papa, habitualmente definido como “bueno”. Otra noticia, no positiva: Francesco no quería comer, a diferencia de los días anteriores. No está intubado, lleva una máscara de oxígeno que le cubre la nariz y la boca, pero la falta de nutrición estaría ligada, subraya Repubblica, precisamente a su estado de ánimo. Y también al dolor, ya que fuentes vaticanas confirman » el sufrimiento de una persona que tiene dificultad para respirar».

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