Borrar “la ideología opresiva del género” -como anunció Trump- es sólo un “gesto de sentido común”. La única voz libre que ha roto el silencio es la del obispo católico Athanasius Schneider, conocido por sus posiciones conservadoras y, al mismo tiempo, por ser un acérrimo defensor del magisterio y del papado (el otro día tuvo una intensa y muy cordial conversación con Francisco en el Vaticano). Contactado por Il Messaggero, Monseñor Schneider reconoció que «el anuncio del Presidente americano, sobre el hecho de que sólo existen dos sexos, es decir, masculino y femenino, es simplemente una victoria del sentido común, de la lógica elemental y del reconocimiento de la realidad».
Perspectivas
En el Vaticano, sin embargo, ese pasaje del discurso de investidura fue ignorado: el Osservatore Romano –cuyos textos reflejan la línea de la Santa Sede–, en su cobertura del día de la investidura presidencial, evitó cuidadosamente incluso el más mínimo matiz positivo en la cuestión. de género.
Aunque el pontífice, en los últimos años, ha lanzado numerosos llamamientos, criticando ferozmente la deriva de la «ideología de género» a través de discursos, cartas, entrevistas, documentos.
Schneider –actual obispo de Astaná, Kazajstán, ensayista políglota conocido internacionalmente por su obra intelectual y sus libros– explicó que «en el contexto de la promoción e imposición opresiva de la llamada ideología de “género” a un nivel casi global, A nivel del establishment político y social, la afirmación del líder político más poderoso del mundo, representa una esperanza para un proceso de verdadera liberación de una gran parte de la humanidad que está esclavizada ideológicamente por el totalitarismo ideológico y también la liberación de los pueblos que “simplemente por la defensa del sentido común, son castigados y perseguidos legal y políticamente en algunos países”.
Recordó también que desde hace dos mil años «la Iglesia defiende la ley natural, creada por Dios junto con la ley moral revelada por Dios sobre la realidad y dignidad de la sexualidad humana». Sólo cuando el hombre acepte y, con la ayuda de Dios, viva la sexualidad según la sabia voluntad de Dios, será verdaderamente feliz y la sociedad humana tendrá un verdadero progreso moral y social, digno del hombre.
Ayer, L’Osservatore Romano se limitó a repasar el Manifiesto de Trump, centrándose exclusivamente en cuestiones sociales relacionadas con los migrantes, la salida de Estados Unidos de la OMS y el acuerdo climático de París, pero evitando cualquier mención a la cuestión de género, aunque para la Iglesia sigue siendo un punto fundamental.
AcaPrensa / Franca Giansoldati / Il Messaggero
