La Fraternidad sacerdotal san Pío X ha confirmado la marcha del padre Firmin Udressy, ex superior de la FSSPX en Alemania.
A través de un comunicado, la Fraternidad ha confirmado «con profunda tristeza» la salida de Firmin Udressy del movimiento fundado por Marcel Lefebvre.
«En estas circunstancias tan delicadas, la Fraternidad quisiera, en primer lugar, expresar su gratitud por el servicio sacerdotal que el padre Firmin Udressy prestó durante más de veinte años en Alemania, donde sirvió como superior de distrito, y también en Suiza», se lee en el comunicado.
La Fraternidad asegura al Padre Firmin Udressy el apoyo de sus oraciones. «El dolor de ver a un miembro alejarse es un motivo adicional para orar por los sacerdotes y por su perseverancia», añade la nota.
Por último, la Fraternidad muestra su cercanía a los fieles y familias a quienes esta noticia «causará una profunda angustia. ¡Que esta prueba haga aún más fuerte nuestro apego a la Iglesia y más vivo nuestro amor por la Misa de todos los tiempos!»
La salida de Firmin Udressy ha supuesto un duro mazazo a la Fraternidad porque no era un cualquiera. El Padre Firmin Udressy es de nacionalidad suiza. Fue ordenado sacerdote en 2002 y tiene 47 años y en 2013 fue superior del Distrito de Alemania hasta 2019 cuando le destinaron a Suiza.
El sacerdote ha decidido abandonar la tradicionalista FSSPX para unirse a la conservadora Comunidad de San Martín que goza de buena reputación y está en claro auge especialmente en Francia.
Sobre la Comunidad de San Martín
Cabe recordar que la Comunidad de San Martín es el movimiento que más vocaciones sacerdotales está aportando a Francia en estos momentos. Quizá por eso el Vaticano decidió intervenirlos este verano. El Dicasterio del Clero nombró a principios de julio dos asistentes apostólicos para apoyar en el gobierno de la Comunidad San Martín para que implementen varias reformas. En particular, deberán arrojar luz sobre las acciones del fundador, el padre Jean-François Guérin, acusado de abusos.
La Comunidad San Martín es una asociación de diáconos y sacerdotes al servicio de las diócesis. La comunidad forma a los sacerdotes según un modelo sencillo: intensa vida comunitaria, amor de la Iglesia y de la liturgia, estudios exigentes, movilidad y buen humor. Enviados a las misiones en grupos de al menos tres personas, los sacerdotes y diáconos rezan, viven y trabajan juntos en fraternidad espiritual y pastoral.
AcaPrensa / InfoVaticna