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5.000 MILLONES DE US$ EL GASTO DE LA IGLESIA EN EEUU PARA PAGAR A VÍCTIMAS DE ABUSOS

La Iglesia Católica en Estados Unidos ha destinado más de 5 mil millones de dólares para hacer frente a denuncias de abuso sexual de menores entre 2004 y 2023, según un informe del Centro de Investigación Aplicada al Apostolado (CARA) de la Universidad de Georgetown.

El informe, encargado por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), detalla que tres cuartas partes de ese monto se destinaron a indemnizaciones para las víctimas, un 17% fue utilizado para honorarios legales, un 6% para el sostenimiento de presuntos abusadores y el resto para otros gastos administrativos. A pesar de estos elevados costos, solo el 16% fue cubierto por aseguradoras.

El documento recopila dos décadas de datos reportados por diócesis, eparquías y comunidades religiosas masculinas. En total, se registraron 16,276 denuncias creíbles de abuso sexual cometidos por sacerdotes, diáconos o religiosos. La mayoría de estas denuncias corresponden a abusos ocurridos antes de 1989, representando el 92% de los casos. En contraste, únicamente 542 denuncias se originaron después del año 2000. Las víctimas fueron principalmente varones (80%), con más de la mitad de los casos afectando a menores de entre 10 y 14 años, mientras que un 24% involucró a adolescentes entre 15 y 17 años, y un 20% a niños menores de 9 años.

Además de los costos relacionados con las denuncias, el informe subraya los esfuerzos de prevención de la Iglesia, que han representado un gasto de 728 millones de dólares en programas de capacitación, verificaciones de antecedentes y apoyo a las víctimas. Estos gastos han aumentado significativamente en los últimos años, incrementándose en un 80% entre 2014 y 2023 en comparación con la década anterior.

La crisis de abuso sexual también ha tenido un impacto financiero profundo en la institución. Según el informe, al menos 40 diócesis y organizaciones religiosas han declarado bancarrota, citando los costos de resolver demandas como una de las principales razones. Esto ha llevado a la venta de propiedades como sedes diocesanas, seminarios, escuelas e iglesias. Un ejemplo notable ocurrió en la diócesis de Rockville Centre, Nueva York, donde cada parroquia tuvo que contribuir con pagos que oscilaron entre decenas de miles y más de un millón de dólares como parte de un acuerdo de quiebra.

El año 2019 marcó un punto álgido en el número de denuncias, con 2,506 casos reportados, tras una serie de investigaciones estatales iniciadas después de la publicación del informe del gran jurado de Pensilvania en 2018. Este documento reveló más de 1,000 casos de abuso en ese estado, además de encubrimientos por parte de líderes eclesiásticos. El informe de CARA concluye que, de los 4,490 presuntos autores identificados, el 86% ya había sido retirado del ministerio, laicizado o había fallecido al momento de las denuncias.

Los datos reflejan tanto el impacto histórico de la crisis de abusos como los esfuerzos recientes por implementar medidas de transparencia y prevención dentro de la Iglesia Católica en Estados Unidos. Sin embargo, los desafíos financieros y la profunda herida causada a las víctimas continúan siendo un recordatorio del alcance de esta problemática.

AcaPrensa / InfoVaticana

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